Top10+1 Películas 2023

30/12/2023

 

Ni Barbie ni Oppenheimer (aunque esta segunda se ha quedado a nada de entrar en la lista, junto con El maestro jardinero de Paul Schrader) han entrado, pero por contra mi Top10+1 de este 2023 está plagado de grandes nombres del mundo del cine, más algún blockbsuter y un par de joyitas de autor europeas. También me quedo con las ganas de ver algunos estrenos recientes que se me han pasado o todavía no he tenido ocasión de ver, como La sociedad de la nieve o Vidas pasadas.

Eso sí, antes de pasar a la lista per se, aclaro que este año no hay Top5 de series porque he visto pocas de estreno… pero puedo destacar, precisamente, las 5 que tengo presente haber visto y que me han gustado mucho: los SOBERBIOS finales de dos tótems como Barry y Succession, el gustito que da siempre una nueva temporada de Fargo -que acabará en enero, veremos qué tal- y dos joyitas patrias: El otro lado, con un Nacho Vigalondo que para mí se come hasta a Berto y Buenafuente, y especialmente El cuerpo en llamas: nunca vi Crims y me tuvo enganchadísimo ese morboso culebrón violento de la Guardia Civil.

Este año tampoco habrá (como no hubo el año pasado) el Top5 de lo peor del año: simplemente he decidido dejar de hacer esa lista porque, por mucho que aborrezca una peli, no me apetece darle mala propaganda a nadie.

Y dicho eso, y tras un recuento de 70 películas de estreno vistas este 2023, mi Top10 queda así:

1- ALMAS EN PENA DE INISHERIN (M. McDonagh): La enorme capacidad de Martin McDonagh para hablar de la condición humana ya estaba presente en “Escondidos en Brujas” y “Tres anuncios en las afueras”… y aun así creo que “Almas en pena de Inisherin” es su mejor película. Para empezar, lo de repetir la dupla protagonista de “Escondidos en Brujas” ya era un valor seguro para mí, y tengo debilidad por esa habilidad de crear historias y mensajes tan inteligentes a través de personajes tan idiotas. Está TODO tan bien que es difícil alabar solo una o dos cosas: la vi en enero (dos veces) y ya tuve claro que difícilmente le quitarían la medalla de oro del 2023. ¿Cómo se puede hacer una película tan tristísima y que a la vez sea tan divertidísima?

2- POOR THINGS (Y. Lanthimos): Por aquí siempre hemos sido muy de Lanthimos. Sus pelis se dividen entre las que me gustan y las que me encantan, y “Poor things” entra en la segunda categoría por demasiados motivos; más de los que caben en un solo párrafo. Si bien celebro entusiasmado que Emma Stone se haya convertido en la nueva actriz fetiche del director, en esta ocasión aplaudo aún más el personaje de Mark Ruffalo, condensación divertidísima de la masculinidad frágil y patética. Que un director griego que hizo una bizarrada como “Canino” esté ahora agrupando a tal cantidad de estrellas de Hollywood y rodando sus ollas malsanas con grandes presupuestos en grandes estudios es la demostración de que, a veces, los milagros sí existen.

3- ROBOT DREAMS (P. Berger): La película feel-good del año es una de las historias de amistad (o de amor: ¿acaso no son lo mismo?) más bonitas que verás en tu vida. La vi en Sitges y aún no he podido repetir en salas; espero que tarden en quitarla y llegar a tiempo. Animación 2D y “September” de Earth, Wind and Fire como leitmotiv principal es suficiente para atraerme, pero es su enorme sensibilidad lo que te quita cualquier coraza y te hace caer rendido. Si a eso le sumamos su ausencia de diálogos, estamos ante todo un milagro para la filmografía española, solo al alcance de productores valientes trabajando mano a mano con autores de renombre como Berger.

4- KILLERS OF THE FLOWER MOON (M. Scorsese): Qué decir de Scorsese (por primera vez en un largo con sus dos musas juntas: Di Caprio y De Niro) que no haya podido decir ya (yo y mil personas más). Podría destacar que por fin el Maestro se haya lanzado al western. Podría destacar el descubrimiento de Lily Gladstone. Pero voy a destacar la BSO de Robbie Robertson, porque me hechizó desde el minuto 1; porque es la BSO que más me ha calado este año; y porque un Oscar póstumo para esa leyenda de la música (y en concreto, del rock) sería más que merecido en esta ocasión.

5– JOHN WICK 4 (C. Stahelski): Tardé en engancharme a la saga “John Wick”, pero para el estreno de la cuarta entrega ya fui con ganas de abrazar todos sus excesos. Y suerte, porque la película es precisamente eso: excesos. Por ahí debe haber alguien que haya hecho el recuento de muertos en esta película de tres horas que tenía todas las papeletas para resultar repetitiva y no lo es gracias a la maestría de Stahelski para crear set-pieces de acción tan diferentes entre ellas. Lástima que la serie de “El Continental” no haya estado a la altura.

  

6- HUNDREDS OF BEAVERS (M. Cheslik): La bizarrada del año que nos encandiló en Sitges (performance de sus responsables incluida durante la presentación). Bendita y loca maravilla, muda y en blanco y negro, que toma como referente a los cartoons de los Looney Tunes sobre un tipo enfrentado a cientos de castores (que son, en realidad, personas con un disfraz) para conseguir el amor de su vida. Mejor os dejo con su tráiler, porque no es un hype que pueda conseguirse fácilmente con palabras.

7- SALTBURN (E. Fennell): A pocos días de terminar el año, esta joya negrísima se cuela en mi Top 10. Para mí muy superior a la anterior de Fennell, “Una joven prometedora”, que sin embargo (Oscar mediante) debería haber facilitado que esta se estrenase en salas y no directamente a streaming, como ha sido el caso. Pero, repito, la peli es negrísima y es evidente que no es para todos los estómagos, y si algo ha quedado claro en Twitter (me niego a llamarlo X) con el título convertido en Trending Topic durante su estreno es que la estrategia ha sido un acierto y ha beneficiado a la película… que, al final, de eso se trata.

8– THE FABELMANS (S. Spielberg): Compitiendo con “Inisherin” para el puesto de “Mejor Último Plano de una Película 2023”, el plano final de “The Fabelmans” se gana por derecho propio que la película esté en esta lista. Que un director que ha cambiado Hollywood y el cine mundial, un superdotado de la cámara que es el director más taquillero de la Historia y uno de los mayores estetas del medio te diga que todavía está aprendiendo con ese sencillo (y erróneo) movimiento de cámara… Si no te pone la piel de gallina, es que no te interesa demasiado el cine. Aunque la película es mucho más que eso: tenía todas las papeletas para ser una cursilada (el tráiler me tiró más bien para atrás), pero en cambio es una peli que solo puede ser concebida desde la absoluta madurez de un creador que no ha renunciado a su niño interior. Entre “West side story” y esto, me declaro fan del Spielberg de los 2020s.

9- ANATOMÍA DE UNA CAÍDA (J. Triet): Llevaba unos años poco convencido con las ganadoras de Cannes, pero con esta sí me han conquistado. Y encima con una historia de juicios, que para mí acostumbran a ser sinónimo de sopor. Pero “Anatomía de una caída” pasa por encima de todo esto y, sin querer entrar en spoilers, me encantó su invitación a la libre interpretación y al debate sobre la culpabilidad y el punto de vista de lo que ocurre.

10- DREAM SCENARIO (K. Borgli): Tener a Nicolas Cage en mi Top10 del año es algo que jamás sospeché que pasaría, pero A24 sigue sorprendiendo con su sello. Las secuencias de sueño con Cage como “figurante” son oro puro, y contiene la mayor escena de vergüenza ajena y patetismo del año. Que al final se me hiciera un poco larga le baja posiciones, aunque el haber sido la película de clausura (a las 23 horas) tras 10 días en el festival de Sitges puede que influyeran en eso: quiero volver a verla.

10+1- EL CHICO Y LA GARZA (H. Miyazaki): Otra que se me hizo algo larga en su tramo final (aunque esta vez fue una sensación compartida por mucha más gente), cuando por momentos parece que Miyazaki esté haciendo su propio “Inland Empire”. Sin embargo, tiene motivos de sobra para estar en la lista. Cualquiera de las primeras apariciones de la garza, dignas casi de un cuento de terror gótico, consiguieron hacerme sentir más que muchas otras películas enteras. Pese a sus cosas, también me quedé con la sensación de querer volver a verla, y cuando una película consigue provocarte esto es que ha hecho unas cuantas cosas bien.

 

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