24/11/2023
Empezamos a despedir 2023 de la mejor manera: dirigiendo un nuevo proyecto personal. En esta ocasión, el cortometraje de terror “Parasomnia”, que si todo va según lo previsto verá la luz en algún momento de la segunda mitad de 2024.
“No quiero rodar Parasomnia; quiero tenerlo rodado.” Más de una amistad me escuchó decir esto hace tiempo sobre este cortometraje cuyo rodaje (que se ha hecho esperar 2 años desde la primera escritura de su guion) me abrumaba. Y ahora estoy más abrumado que antes de rodar, porque pienso en la liada que montamos y me parece sobrecogedor.
Fueron 3 jornadas intensas en la carretera de Mataró, en Badalona. Un rodaje complejo, casi diría que el más ambicioso que he afrontado nunca por cuestiones logísticas: un rodaje plenamente exterior en una zona muy transitada, que implicaba un gran número de extras (a lo largo del rodaje pasaron por el set más de 50 personas, y van a ser sin duda los créditos finales con más nombres de mi carrera hasta ahora), efectos especiales en set, dos unidades de cámara, el vuelo de un dron, y un acting muy intenso y físico para su protagonista.
Y es aquí, en el protagonista, donde hago un pequeño paréntesis para destacar el trabajo sobrehumano que hizo el salvaje de Xavier Batista. Un trabajo que, queda mal que lo diga yo, debería valerle más de un premio y unas cuantas llamadas para proyectos gordos; un trabajo que nos dejó sin aliento a todo el equipo en repetidas ocasiones. Hacer este proyecto con Xavi es una de las mejores experiencias que he vivido nunca dirigiendo a un actor: soy consciente que dije algo parecido sobre Guim Puig y Gemma Brió en Perdona, estava dormint, pero todo lo que allí fue un reto por el nivel de contención y de las capas que yacían bajo ella, en Parasomnia ha sido un trabajo mucho más expansivo y catártico. En varios aspectos, este rodaje ha sido como liberar a un animal salvaje de su jaula tras años obligándolo a mantenerse tranquilo.
Decía que Parasomnia es un cortometraje de terror. Hace ya años que tenía ganas de hacer un gran proyecto dentro del género, para hacer carrera en ese circuito que tanto me gusta y cuyas mieles ya probé con No apto para menores y Eternal. Sin embargo, con estos dos proyectos anteriores siempre me sentí un poco como un outsider invitado de honor: con No apto, por tratarse de un cortometraje de género noir al que le hacían un hueco en el mundo del fantástico, y con Eternal por ser una pequeña pieza de ensayo más que un cortometraje per se. Con Parasomnia me he lanzado sin paracaídas al horror, lo he abrazado con ganas (de nuevo: lo que tiene estar años esperando para hacer algo así) y con la postproducción apenas iniciada siento que ya puedo decir que nos encontramos ante uno de los trabajos de los que más orgulloso me voy a sentir.
Soy consciente que apenas he contado nada de la historia. Por el momento, prefiero dejarlo así: ya habrá tiempo de contar más. Dejémoslo simplemente en que Xavier Nicaise, uno de mis actores habituales y que tiene una pequeña pero inolvidable aparición en “Parasomnia”, dijo que se trataba de un corto de terror “filosófico”… y hasta aquí vamos a leer.
Hoy prefiero poner todo el énfasis en resaltar el grandísimo trabajo de un equipo con el que había estado trabajando por separado pero que no se conocían demasiado entre ellos, y que tras esas 3 jornadas salieron de allí siendo una nueva pequeña familia. Una de las cosas que siempre me ha enorgullecido de mis rodajes es que en ellos no solo nunca acostumbra a haber malos rollos sino que se crea un clima muy agradable y divertido, y “Parasomnia” no solo no fue una excepción si no que creo que fue de las veces que esto ha ocurrido con mayor efusividad. Qué equipazo. Entre los sospechosos habituales se encontraban Iñaki Gorraiz (director de fotografía con quien ya rodé Eternal), Àlex Nadal (director de producción que es el coordinador de estudios de SAE Institute, escuela donde doy clases), o Alba Postigo y Arian Araújo (directores y cámaras de la segunda unidad, con quien ya hice algunos trabajos para el Terrormolins, como el spot de su 40a edición), pero de cada una de las más de veinte personas que formaban el equipo técnico os podría cantar las mil maravillas.
Doy gracias infinitas a todas esas personas que dieron el 300% de sí mismas durante 3 jornadas intensas y maravillosas, y cuyo trabajazo traspasará la pantalla en cada maldito frame de una forma que ni os imagináis. Qué ganas de empezar a mostraros cosas… ¡2024, pórtate bien!
