Top10 Películas 2019

30/12/2019

 

Como cada año, toca hacer un Top 10 de lo mejor del año, y este 2019 ha sido especialmente difícil porque, de entre las 58 películas de estreno que he visto (58 según mi lista: siempre es posible que me haya olvidado alguna, como es habitual) había más de una que ya partía con el beneficio de la mitomanía. Por ello, quiero hacer varias menciones de honor a grandes películas dignas de ver, ya sea por su riesgo o por el gran rato que pasé viéndolas, y que desgraciadamente se han quedado fuera de la lista final. Películas como La casa de Jack (tengo muchas pendientes de Lars von Trier, pero de las que he visto, casi que se ha convertido en mi favorita… aunque obviamente no es para todos los paladares), La caída del imperio americano (crítica social descarnada y divertidísima sobre el capitalismo que me llevó a querer devorar la obra de Danys Arcand) , Puñales por la espalda (de Rian Johnson, no en vano el mejor director de Star Wars desde 1980 y que ya firmó las geniales Brick y, sobre todo, Looper) Midsommar (no entra en el Top10 por un metraje, en mi opinión, un poco demasiado excesivo y porque toca techo a medio metraje, lo que hace que lo que viene después, sin ser malo, te sepa a menos de lo que podría haber sido… Pero sí, lo que está haciendo A24 con el género de terror es admirable, y tras Hereditary y ahora esto, Ari Aster se convierte en un nombre a seguir con mucho interés)o  Spiderman- into the spiderverse (¡qué ilusión de Oscar a la Mejor Película de Animación!).

 

Por otro lado, ni frío ni calor con algunas de las que todo el mundo ha encumbrado en lo mejor del año, como Dolor y gloria o Joker, que pese a ser una muy buena película no la encontré especialmente sorprendente, sino un conjunto de cosas que ya he visto otras veces con el añadido del universo DC: sirva como ejemplo a que, precisamente, es una de las películas que me di cuenta que me había olvidado de apuntar en mi lista.

En el terreno nacional, quiero mencionar el atrevimiento de joyitas como Ventajas de viajar en tren y de Buñuel en el laberinto de las tortugas, que por lo menos en el apartado de premios sí que va estando presente en todas las galas… Y, por supuesto, Apolo. La juventud baila: si The Office se hubiera hecho en España, sería este divertidísimo mockumentary de Marc Crehuet que homenajea a la mítica sala de baile barcelonesa. Por último, me avergüenza no haber visto todavía dos de las películas patrias que esperaba con más ganas: El hoyo, tras su triunfo en Sitges, y Madre, de Rodrigo Sorogoyen, cuyo corto homónimo y que sirve como prólogo a la película me parece una obra maestra.

Mencionar también que descarto de la lista películas de televisión que sirven como epílogo a series, como son Deadwood: la película y El Camino: una película de Breaking Bad, para mí dos broches perfectos para poner punto y final a los cabos sueltos que habían quedado en dos de las mejores series de la historia.

Por último, me ha sido imposible quedarme con solo 10 películas, así que el décimo puesto está compartido por dos: hay mucha tela que cortar y, por lo tanto y sin entretenernos más, ahí va mi Top10 de los estrenos vistos este 2019:

1- TOY STORY 4 (J. Cooley): Yo no quería otra Toy Story. Nadie quería otra Toy Story. La tercera película (para mí, seguramente la mejor de la saga) era un broche final perfecto, y no quedaba nada más que contar…. O eso pensábamos. Resultaba que el vaquero Woody aún tenía una lección que aprender, y Toy Story 4 lo convierte en el protagonista absoluto (casi parece un spin-off para él, ya que el papel de Buzz Lightyear es más secundario de lo habitual y el resto de juguetes de Andy, salvo la pastorcita Bo Peep, son prácticamente figurantes). La historia de Woody se cierra de forma magistral, tan divertida y melancólica a partes iguales como su antecesora, y ahora sí: ahora parece que ya está todo contado… aunque, visto lo visto, nunca se sabe: viendo lo que han hecho esta vez, no veo motivos para desconfiar si alguna vez veo que se anuncia un Toy Story 5 (aunque no: no la quiero para nada). Y es que, siendo como es la mala costumbre en las secuelas de cualquier saga de no parar de mirar atrás y reverenciar e imitar a las primeras entregas copiando esquemas pasados, creo que Toy Story es la única saga que a cada entrega decide mirar hacia adelante y avanzar con pasos de gigante, teniendo además éxito al hacerlo y sin tratar de tontos a sus espectadores por muy niños que puedan ser. Que no haya miedo a decirlo: Toy Story es una saga perfecta, de las mejores (¿la mejor?) que ha dado la historia del cine.

2- THE LIGHTHOUSE (R. Eggers): Una pesadilla hecha película, en el mejor de los significados que puede tener esta afirmación. Como fan de La bruja, no podía perderme el segundo largometraje de Robert Eggers en el festival de Sitges, y por supuesto no decepcionó: alejándose de su predecesora en los suficientes aspectos (empezando por el look expresionista en blanco y negro y la relación de aspecto en 4:3) pero manteniendo lo más importante que tenía aquella: una atmósfera turbia que te crea un malestar creciente desde el principio hasta el final. Una atmósfera que ES  la película, pues todo lo demás queda en un segundo plano y sirve exclusivamente para servir a ésta. Un terror sin sustos y sin sangre, pero que te absorbe en un pozo sin fondo. En dos semanas se estrena en salas comerciales, volveré a verla… y no dudo que también estará en mi lista de lo mejor del 2020. De verdad, corred a verla en una sala ahora que todavía estáis a tiempo.

3- VENGADORES: ENDGAME (A&J. Russo): Como ya dije el año pasado, Infinity War me convirtió al marvelismo tras no haberme interesado durante prácticamente una década. Hice los deberes antes del estreno de Endgame: vi (casi) todas las películas del UCM, y luego lo agradecí. Se ha dicho mil veces, pero toca repetirse: Endgame no es solo la (magnífica) secuela de Infinity War (eso sí, diametralmente opuesta a ésta), sino el cénit de un conjunto de veintitantas películas conectadas entre sí que encuentran en la lucha final contra Thanos su clímax y su resolución. Si el UCM terminara aquí, sería un broche de oro inmejorable: Endgame te rompe los esquemas desde el principio, nunca es lo que te esperas que vaya a ser y, cuando te despistas, hasta se te ha caído una lagrimita. Endgame se preocupa más por los personajes que por la acción… Lo que no significa que en su último acto no te regale la escena de batalla más épica de la década (o del milenio). Como dice Scorsese, las películas de Marvel son como parques de atracciones… Pero yo me lo paso bomba en Port Aventura, y Endgame es el Shambhala de los blockbusters. Lástima que su hermana galáctica en Disney no tomara nota para su Episodio IX

4- LA FAVORITA (Y. Lanthimos): Hace tanto tiempo que la vi y la meto tanto en el saco de “películas del año pasado” debido a su presencia los anteriores premios Oscar, que me da hasta rabia tener que incluirla en la lista de este año y tener que dejar fuera del ránking a otras películas… pero las cosas como son: no me pierdo nada de Yorgos Lanthimos desde que vi Langosta en su estreno en cines, y se agradece ver que no por rodar un guion ajeno y contar con una producción de mayor envergadura de Hollywood ha  perdido su estilo y su visión enfermiza llena de humor negro. Era, de calle, mi favorita (valga la redundancia) en los últimos premios Oscar, y merecía mucho más que el único Oscar de Olivia Colman: de hecho, las tres protagonistas lo hubieran merecido, y me cuesta recordar un trío protagonista femenino con tanta fuerza en otra película.

5- HISTORIA DE UN MATRIMONIO (N. Baumbach): Estrenándose un par de semanas después de Scorsese como película de Netflix, podría haber pasado desapercibida. Por otro lado, de Noah Baumbach no me gustó especialmente Frances Ha y The Meyerwitz Stories tampoco me volvió loco, aunque es una peli a la que le valoro varias cosas. Por todo ello, no tenía unas ganas especialmente locas de ver Historia de un matrimonio… y sin duda ha sido una de las sorpresas del año: Adam Driver y Scarlett Johansson pasan a ser mis favoritos a mejores protagonistas para la próxima temporada de premios, y no me disgustaría que Baumbach se llevara el del mejor guion. Una historia que repasa la relación de una pareja durante su fase de divorcio es una premisa que podría echar atrás a algunos, pero Historia de un matrimonio nunca es pesada ni desalentadora, sino que es una de las películas más bonitas, sinceras y tristes (que no deprimentes) de los últimos años sobre ese gran misterio que siempre será el amor.

     

6- NOSOTROS (J. Peele): Venga, voy a decirlo: nunca entendí tanto elogio y tanto bombo para Déjame salir. Me pareció entretenida, me gustó su uso del humor… y poco más. Nosotros, por el contrario, me entusiasmó. Vale que tanta sobreexplicación al final no era necesaria y le saca complejidad al asunto, pero es un simple “pero” a una película divertidísima e inquietante de principio a final, con una dirección impecable y con mensaje social de regalo. Desde que salí del cine que ya tenía ganas de volver a verla, e incluso revisitar Déjame salir. 2019 se ha convertido en el año de Jordan Peele (sí, lo digo por su papel de peluchín macarra en Toy Story 4).

7- ONCE UPON A TIME IN HOLLYWOOD (Q. Tarantino): Parece estar de moda últimamente que los grandes directores del momento se dediquen a hacer películas-resumen de toda su vida y obra (Scorsese y El irlandés, Almodóvar y Dolor y Gloria, Cuarón y Roma,…) y Tarantino no podía faltar. A su ¿penúltima? película (nunca me he creído demasiado eso de que se retirará para siempre tras la décima) se le podría pasar la tijera en más de una ocasión, algo que ya viene siendo habitual en su cine desde que, tras Malditos bastardos, muriera su montadora habitual, Sally Menke.  Sin embargo, esto que podría ser un lastre en otras ocasiones, no lo es en Once upon a time in Hollywood precisamente por su falta de una trama definida. Érase una vez… se disfruta con una sonrisa desde el principio hasta el final; disfrutamos simplemente del final de los años 60 viendo la vida de Rick Dalton (DiCaprio) y, sobre todo, de Cliff Booth: para un servidor, uno de los mejores papeles que ha hecho Brad Pitt en su carrera, y es que sus fragmentos son los mejores y más agradecidos de la película con diferencia. Érase una vez… no oculta ser una película hecha totalmente para el lucimiento de sus protagonistas… hasta el final. Margot Robbie y su Sharon Tate son un McGuffin que sirve para que lo de cambiar la historia tenga en Érase una vez en Hollywood un sentido aún más bonito y profundo que tenía en Malditos bastardos. Tarantino nos dice (y encima, de una forma desternillante, explosiva y soberbia: para que digan que lo gamberro no puede ser también bonito) que el cine es capaz de salvarnos del cruel e injusto mundo real. Y yo digo amén a eso.

8- UNDER THE SILVER LAKE (D. Robert Mitchell): Fue la primera película que vi en el cine en 2019, y durante muchos meses ni por asomo habría pensado que la incluiría en mi lista de lo mejor del año. La razón es simple: muchas veces disfrutamos o aborrecemos una película no solo por su propio valor, sino por el contexto en el que la vemos. En mi caso, el contexto no me hizo disfrutar del todo de Under the silver lake en su estreno: estamos en vacaciones de Navidad, 2019 apenas va en pañales, y en una comida con mis padres, mi hermano y su pareja proponen ir al cine todos juntos. “Elige tú, Dani, que eres el que sabe del tema”. Yo veo que Under the silver lake es un thriller sobre “un chico que se enamora de una chica que, al día siguiente, desaparece y él empieza a buscarla”. ¿Por qué no iba a gustarle a mi familia? Si habéis visto la película, posiblemente os estáis riendo de mi ingenuidad. Si no la habéis visto, os recomiendo no verla con vuestros padres sentados a vuestro lado. La cuestión es que Under the silver lake es un cóctel alucinógeno que podría considerarse la mezcla de Mullholand Drive de Lynch, Vértigo de Hitchcock y El gran Lebowski de los Coen (y solo con esto ya entendéis por qué, una vez vista en condiciones, se cuela entre mis favoritas del año), trufada de mil referencias pop y con más enigmas de los que ha planteado cualquier otra película en todo el año. Precisamente ese cóctel la convierte, en mi opinión, en una película imposible para las masas, pero en toda una obra de arte de referencia para la generación millennial que espero que el tiempo acabe poniendo en su lugar.  De hecho, si estuve meses pensando en ella pese a la incomodidad inicial hasta animarme a verla por segunda vez, por algo sería, ¿no?

9- EL IRLANDÉS (M. Scorsese): La última película de Martin Scorsese no es perfecta, en parte porque inevitablemente todo el mundo la compara con Goodfellas, y, en mi caso, con Érase una vez en América, el testamento fílmico de Sergio Leone que SÍ que era una obra maestra del cine de gángsters sobre el paso del tiempo, que era aún más larga y que tenía un Robert de Niro insuperable. Sin embargo, El irlandés tiene más de una razón de peso para estar en esta lista. Empecemos por el principio y por lo que discute todo el mundo: ¿hacían falta 3 horas y media para contar esta historia? En mi opinión, no. ¿Hacían falta 3 horas y media para dejar al espectador en el estado de abatimiento emocional en el que lo deja al terminar? Rotundamente sí. Por eso The Irishman tiene que ser vista como una película del tirón y no como una serie, vista por partes: el efecto del final no podría ser el mismo si lo ves en frío, tras haber visto todo lo anterior el día antes y al llegar a casa solo ves los últimos (magistrales) 45 minutos que te falten. El irlandés es, empatada con Toy Story 4, la película que me ha dejado más afectado al salir de la sala en todo el año, y que me ha tenido más días dándole vueltas y vueltas a su final. Por otro lado, si La favorita conformaba el mejor trío de actuaciones femeninas del año, The Irishman hace lo propio con su trío masculino: Joe Pesci se come la pantalla en cada una de sus apariciones, Al Pacino consigue ser divertido con un personaje que, por lo que conlleva su trama (más relacionada con la política y la historia estadounidenses, algo que a mí se me hace un poco cuesta arriba) tenía todas las papeletas para resultarme aburrido, y Robert de Niro se sobrepone al CGI de la primera mitad de la película para, en la última hora, ir impregnando de más y más sentimiento a su personaje, hasta ESAS ESCENAS FINALES. Por último, The Irishman es casi un libro de memorias pre-póstumas de la filmografía de Scorsese: ¿y no es éste un motivo más que suficiente para meterla entre lo mejor del año?

10.1- ANDHADHUN (S. Raghavhan): Vista en el festival Nocturna, es una pena saber que ésta es una de aquellas películas que posiblemente ni siquiera llegue a salas. Y, si llega, nadie se va a enterar. Comedia negra con estructura de thriller proveniente de la India que tiene por protagonista a un pianista ciego, de la que mejor no contar nada porque los giros se van acumulando uno tras otro volviendo la trama cada vez más delirante y violenta, con un ritmo cada vez más creciente y que habla (como las mejores historias) sobre la moral. Si tenéis la suerte de cruzaros con ella, no la dejéis escapar: no os arrepentiréis. (ACTUALIZADO: me acaban de decir que se encuentra en Amazon Prime: ¡todos a verla!).

10.2- DÍA DE LLUVIA EN NUEVA YORK (W. Allen):  en un primer borrador esta película se quedaba fuera de mi lista de 10, pero me daba rabia prescindir de uno de los mejores Woody Allens de los últimos años simplemente por ser una película “sencilla”. Precisamente por su sencillez, su modestia y su ligereza (ojo, siempre “a la Allen”: bajo la superficie, hay un gran análisis sobre los diferentes tipos de amor y atracción que sentimos en esta vida), Día de lluvia en Nueva York es una película tan disfrutable y reivindicable. Ah, y nos descubre el potencial cómico de una Elle Fanning divertidísima.

 

¡Y recordad que hoy también he subido otro post con el Top5 Bodrios del 2019 y Top10 Series de 2019!

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