Terrormolins 2020 y las performances que no fueron

21/11/2020

 

Este mes de noviembre ha sido especialmente complicado en Cataluña: los cines y teatros han vuelto a cerrar debido a un nuevo brote del virus, y esto significa que los festivales que iban a celebrarse han tenido que anular o pasarse al formato online. Esta última opción es la que adoptó el Festival de Cine de Terror de Molins de Rei, que este año se ha celebrado íntegramente en Filmin. Esto significa que las performances que ya llevo 3 años organizando no pudieron celebrarse en directo como pasó los dos años anteriores.

Por supuesto, no fue una sorpresa. Y por supuesto, ya de entrada sabíamos que no podríamos interactuar con el público como en 2018 y 2019, así que los números preparados incluían una parte de vídeo y otra en directo, que se reducía al espacio del escenario. Si lo que más disfrutábamos las otras veces era incomodar al público metiendo a los actores por entre las butacas y sacando “voluntarios” para hacerles putadas, este año teníamos que hacerlo a distancia.

Pude elegir a los actores: Edgar Moreno era el regidor creepy

No solo eso, si no que este año tenía que colaborar con la directora del spot en el que se explicaban las normas de seguridad a seguir en la sala (ya sabéis: gel hidroalcohólico, mascarilla, distancia social,…). Irene Alvi era la directora de dicho vídeo, que tenía como protagonistas a una chica que acude al festival y a un regidor de sala algo creepy…: decidí aprovechar los personajes para darles continuidad en mis performances. Si el spot de Irene acababa con la chica asustada por lo que le ocurría al no ponerse la mascarilla en la sala, mi primer número iba a empezar con un vídeo de ella secuestrada debajo del escenario de la Peni, donde se celebra el festival cada año. Lanzaba un mensaje de auxilio que se veía frustrado cuando el regidor entraba en escena, le sacaba el móvil y  se dirigía al escenario para recordarles otra norma al público, en directo: nada de teléfonos móviles encendidos durante las proyecciones.

La cuestión es que llegamos a gravar, así que hay una parte de las performances que puede verse, mientras que la otra (la consistente en la parte en directo) solo podemos imaginar cómo habría sido. Como fan de Orson Welles que soy, oigan: las performances de 2020 se han convertido en mi “Don Quijote” o mi “The Dreamers” particular. Al final de este artículo os voy a dejar el enlace para que podáis ver lo que se hizo, pero de momento sigamos con lo que debería haber sido.

Marta Domingo era la sufrida chica de este año

Y es que el segundo número no tenía vídeo: habría sido totalmente en directo y consistía en que Marta Domingo, la actriz que interpretaba a la sufrida protagonista, apareciera en el escenario malherida. Había conseguido escapar de su cárcel, pero para conseguirlo había tenido que cortarse su propia mano, que ahora llevaría a cuestas y que habrían fabricado el equipo de maquillaje y FX que cada año viene de la escuela Thuya para ayudarnos en las caracterizaciones. Al público de Molins, cosas del terror, le encantan los miembros desmembrados. Marta habría aparecido desquiciada de detrás de la pantalla y habría estado un buen rato pegando bronca a los asistentes: hacía dos horas les había pedido ayuda en el primer vídeo, diciéndoles dónde se encontraba, ¡y nadie había acudido a ayudarla! ¡Se lo habían tomado a cachondeo! ¡Y lo único que había pedido era que le echaran una mano! Rozando el cénit del humor, con ese “echarme una mano” Marta habría lanzado su mano arrancada hacia la platea, llena de furia… Pero en ese momento habría irrumpido Edgar Moreno, el regidor creepy, en el otro lado de la sala y en plan Robert de Niro gritándole “Abogado” a Nick Nolte. Una despavorida Marta habría desaparecido de nuevo, con Edgar tras ella jugando al gato y el ratón, y habría empezado la siguiente película de la maratón.

Edgar, caracterizado para el último vídeo

Y así, un par de horas después, habríamos llegado al último número, que empezaba con un nuevo vídeo. Esta vez era el malvado regidor el que aparecido magullado y atado en el backstage: en la última pelea, él había resultado el perdedor y Marta le había dejado en la misma situación que había estado ella antes. Tras abandonarle a su suerte en el vídeo, Marta habría irrumpido de nuevo en el escenario para avisar a los asistentes de que Edgar (que hasta entonces habría estado toda la noche paseándose por la sala “vigilando” que los espectadores se portaran bien) por fin iba a dejarles en paz. Dicho esto, iba a reclamar su mano perdida al espectador que se la hubiera quedado: tenía que ir al hospital a que se la cosieran. Recuperado su extremidad cercenada, se iría por la puerta de salida principal y las performances del 2020 habrían llegado a su fin.

Organizar las performances para las 12 Horas de cine de terror de Molins ya se ha convertido en una de las noches más divertidas del año, así que fue una lástima no poder hacerlo este año. Eso sí, hay que agradecer haber podido visitar la Peni igualmente para hacer los rodajes, y hay que agradecer más aún que el festival se celebrara igualmente. Y es que os he dicho que podríais ver igualmente los vídeos. ¿Cómo? Pues gracias a que las 12 horas se celebraron igualmente, en directo pero de forma virtual: las películas estaban en Filmin y, entre película y película, se sintonizaba con un Youtube en directo en el que iban entrevistándose a los diferentes responsables del festival. Sobre las 5 de la mañana, cuando ya llevaban casi 10 horas de las 12 de la maratón, nos entrevistaron a  Edgar, a Marta y a mí para que contáramos (más o menos, porque nos fuimos por los cerros de Úbeda)  lo que os acabo de explicar yo en este post.

Si queréis ver los vídeos y la entrevista, así como un pequeño adelanto de lo que podemos esperar para el año que viene, podéis hacerlo aquí, en el minuto 9:56:31:

 

¡Larga vida a Terrormolins, y nos vemos en 2021 con unas performances el doble de locas!

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