11/07/2018
Apenas unos meses después del estreno de Finis, los cines Girona de Barcelona volvieron a acoger un nuevo cortometraje en el que participé como guionista: Nora, dirigido por mi colega Edgar Montserrat.
Es curioso cómo el crédito en ambos títulos es el mismo cuando, en realidad, el trabajo para uno y otro corto fue bastante diferente. En Finis mi aportación estuvo desde el principio y soy responsable de gran parte de la estructura narrativa: podríamos decir que las ideas originales se repartieron a partes iguales entre Albert (Masferrer, el director de Finis) y yo. También me encargaba de los redactados principales, y Albert reescribía las partes donde quería cambios o los comentaba conmigo para atacar juntos el frente. Fue una colaboración muy repartida al 50%.
En Nora, en cambio, mi participación como co-guionista llegó mucho más tarde, y de hecho podríamos decir que empecé más como un script doctor para el guion original que escribieron Edgar y Edu Lage, el otro creador original de la historia y guionista. Me pidieron opinión, yo se la di; comentamos ciertos aspectos que bailaban más o menos en la historia… Y al final me propusieron entrar como co-guionista oficial, oferta que por supuesto y sin dudarlo acepté. Para orientaros un poco: cuando empecé las conversaciones con ellos, el guion tenía 25 páginas y varias localizaciones y personajes; y cuando entré oficialmente se había reducido a 11-12 páginas y a dos personajes en un solo espacio. La razón fue simplemente que vieron que tenían una protagonista con muchísimo backstory para un potencial largometraje (me consta que Edgar quiere desarrollarlo… si no está haciéndolo ya), pero que para el corto podían simplificar y concretar más para que no diera esa sensación de “largo metido a corto”.
Así pues, mi labor consistió esencialmente en retocar los diálogos y desencallar alguna escena de flashback con la que tenían un pequeño bloqueo creativo. Fui esencialmente un dialoguista, y aunque entre los tres acabamos de definir un poco la estructura, la verdad es que ya la habían construido ellos dos y la historia y los personajes les pertenecen a ellos por completo.
Así pues, si habláramos en términos de series de televisión, diríamos que en Finis fui co-creador, guionista y escaletista (y no dialoguista porque era un corto mudo, valga la redundancia), mientras que en Nora fui esencialmente dialoguista. Una responsabilidad, por otro lado, que me encantó tener no solo porque adoro los diálogos sino porque en un corto como éste (un thriller en un solo espacio, con dos protagonistas y un crescendo dramático muy claro) los diálogos tenían un peso muy importante.
Y con Nora hago el último post del Blog antes de verano, época del año que siempre ha sido especialmente creativa para mí… Y este año no será menos: ¡se viene nuevo corto como director en septiembre!