21/01/2018
¡Estamos de estreno! Tras año y medio de postproducción, el cortometraje Finis dirigido por Albert Masferrer y escrito por él mismo y un servidor, verá la luz el próximo martes 30 de enero en una proyección privada en los cines Girona de Barcelona.
Finis es mi segunda colaboración con Albert tras Vidas Errantes, un cortometraje de la época de la escuela de cine que también se ambientaba en la guerra civil española. Trabajar con Albert tiene varios aspectos que me hacen disfrutar mucho y tomar perspectiva cuando luego trabajo solo en mis proyectos como director: para empezar, él es una persona totalmente visual, y construye sus proyectos a partir de imágenes puntuales que le surgen. Yo, en cambio, trabajo a partir de una idea narrativa, ya sea un personaje que se me ocurre o una trama que creo que puede dar juego. Eso hace que nos complementemos bien cuando estamos construyendo algo juntos: yo me encargo de que las ideas iniciales que él tiene tengan coherencia narrativa y mimo todos los elementos dramáticos, mientras que él impide que yo pueda caer en un exceso de “literatura” y el conjunto siga siendo una experiencia eminentemente audiovisual, donde la imagen tenga el poder principal.
En el caso de Finis, Albert escribió un guion de tres páginas que eran un clímax perfecto, adrenalínico y emocionante. Sin embargo, le comenté que no sabía quiénes eran esos personajes ni entendía por qué les pasaba lo que les pasaba: faltaba construir los dos primeros actos de la historia para poder llegar a sentir ese momento catártico con la fuerza que se merecía. Si algo tiene Albert es que siempre está abierto a escuchar nuevas ideas y da mucha libertad, así que juntos afrontamos varias sesiones en las que hablamos mucho, valoramos un sinfín de opciones y construimos los tres personajes principales prácticamente desde cero (para empezar, su pareja protagonista pasó de estar formada por un hombre y una mujer para convertirse en una pareja de mujeres que han descubierto su amor en una época y contexto donde éste podía ponerlas en peligro, no solo por su homosexualidad sino también por pertenecer a dos clases sociales muy diferenciadas). Como tiene que ser, la relación entre personajes hizo que todos los puntos de giro llegaran por sí solos, y al cabo de unos meses todo estaba listo para rodar.
Trabajar con Albert también me sirve para probar géneros y estilos distintos a los que estoy habituado. Me saca de mi zona de confort y me sumerjo en unos dramones y una épica que normalmente no toco en mis trabajos personales, que acostumbran a tener un tono más cómico (o sarcástico, en el caso de que no sean comedias puras) y una visión bastante más anticlimática del mundo. En el caso de Finis, además, afrontamos el reto de que no hubiera ni una sola línea de texto y que fuera la imagen la que lo contara todo, cosa que a mí siempre me cuesta un poco porque la parte de dialogar es una de las que más disfruto cuando escribo un guion (si no la que más).
Esperemos que ésta sea solo una colaboración más en una larga lista. ¡De momento, toca disfrutarla el próximo día 30 en los cines Girona!
