Top10 Películas 2020

29/12/2020

 

Por razones obvias, este año el número de películas de estreno que he podido ver ha sido menor. Concretamente, poco más de una treintena. Sin embargo, entre ellas hay lo suficiente para hacer un buen Top10 que incluso me obliga a dejar fuera un par de películas que me gustaron mucho o me parecieron sumamente interesantes (como The beach bum, de Harmony Korine, vista en el Americana Film Fest poco antes del estallido de la pandemia). Y por suerte, no hay tantas como para hacer el habitual Top5 de lo peor del año: creo que no he llegado a odiar ninguna película, y aunque haya alguna que me haya dejado más bien frío, no la considero lo suficientemente horrible para meterla en una lista destroyer. Eso sí, ni Tenet ni Mank han pasado el corte a las 10 mejores, donde sí ha habido espacio para hasta TRES películas de animación. Si os parece raro: eh, por eso es una lista puramente subjetiva (me gustaría saber quién más metería algo como The show en el podio anual).

¿Queréis saber cuáles? Pues ahí va, sin más dilación,  mi Top10 Películas de 2020:

1- RELIC (N. Erika James): muchas veces una película nos impacta no solo por sus cualidades intrínsecas, si no por cómo conecta con nosotros en un momento concreto de nuestras vidas. Sin desmerecer la indudable calidad que tiene en sí misma la ópera prima de Nathalie Erika James, este es el caso de Relic, proveniente de Sundance y vista en el festival de Sitges, que disfraza de casa aparentemente encantada unos miedos muy mundanos, al estilo de Babadook o Hereditary, y tocando un tema que me dejó un nudo en el estómago como pocas películas han conseguido en los últimos tiempos.

2- MONOS (A. Landes): A principios de año se estrenó esta especie de mezcla ente El señor de las moscas y Apocalypse Now proveniente de Colombia. Un grupo de niños guerrilleros se comportan como auténticas bestias en un relato sucio y absolutamente descarnado, que sin embargo deja hipnotizado y despierta una indescriptible ternura en sus compases finales.

3- THE SHOW (M. Jenkins): Alan Moore escribe esta inclasificable película que bascularía entre el cine negro y el universo Lynch si no fuera porque es 100% mooriana. Magia negra, metaficción (contiene guiños a sus obras más conocidas), humor negro, fantasía y lisergia: esta es la Under the silver lake de este año. La aparición del propio Moore como Dios y Señor de todo es uno de los grandes momentos cinematográficos del año, pero a quien aquí os escribe le robaron el corazón esa pareja de pequeños detectives que podrían ser sacados de cierto cortometraje

4- SOUL (P. Docter): Es imperdonable que Disney nos privase de ver esta película en una sala de cine: algunos de los planos más bonitos del año están en esta película de Pete Docter (no por casualidad, director de Inside Out: a ver si nos regala una tercera película para completar esa especie de “trilogía extracorpórea”) que habla sobre disfrutar de las pequeñas cosas de la vida: un mensaje que no podía ser más adecuado para este 2020.

5- JOJO RABBIT (T. Waititi): Sus detractores dicen que es buenista y facilona. Yo digo que hay que celebrar películas así en una época en la que parece que, si no eres cínico,  no eres inteligente. Taika Waititi ha demostrado de sobras su versatilidad con los años, y aquí reúne el humor macarra con el que nos enamoró a muchos en Lo que hacemos en las sombras con su capacidad para ganarse al gran público, como demostró en Thor: Ragnarok o los capítulos que dirigió de The Mandalorian. Mientras siga haciendo este tipo de cosas, me parecerá bien que siga siendo “el director de moda”.

6- 1917 (S. Mendes): el cine aún puede funcionar como gran espectáculo. Si quieres que alguien entienda el concepto “tour de force” aplicado al ámbito cinematográfico, ponle esta película. Si alguien dice que el futuro del cine está en el televisor de casa y no en la pantalla grande de una sala, ponle esta película. El triunfo de “Parásitos” en los Oscars fue un baño de humildad para muchos, pero “1917” bien vale ser recordada en los anales de la historia como ejemplo  de por qué #yovoyalcine.

7- ONWARD (D. Scanlon): Ahora que todo el mundo habla de Soul, no está de más recordar que, la semana anterior a la cuarentena, Pixar estrenó otra película con mucha alma en cines: una película cuyo diseño de producción recordaba más al estilo Dreamworks y, no mentiré, no me llamaba demasiado ni por estética ni por narrativa (elfos freaks en el mundo actual). Craso error el mío, porque Onward no solo es divertidísima y tiene un ritmo que no decae en ningún momento, si no que cuando te despistas te ha llegado a la patata de una forma que no veías venir y de regalo te cuenta una historia de madurez que nada tiene a envidiar a otras tantas del estudio más grande de animación del momento. ¡Que no paren!

8- LA VAMPIRA DE BARCELONA (L. Danès): Que una película hablada en catalán antiguo, en blanco y negro y con estética abiertamente expresionista llegue a salas a día de hoy, es casi un milagro. Aunque también es verdad que la historia de Enriqueta Martí no merecía menos. Aunque en mi opinión personal no es redonda y el final acaba siendo un poco demasiado melodramático y rocambolesco, ya me gustaría a mí que el cine patrio de vocación comercial tuviera la mitad de imágenes para gravarte en la retina de las que tiene “La vampira de Barcelona” (solo en las escenas en color del burdel y en esos planos generales de fondo blanco y siluetas negras hay más arte y más valentía que en la mayoría de películas). Ojalá se haya abierto la puerta a más cine así.

9- JOSEP (Aurel): El doblete de Pixar no tiene el monopolio de la animación en el ránking de este año. Esta delicadísima y bellísima coproducción francesa-española-belga narra una historia cruenta pero con final optimista, y con tal buen gusto que uno es incapaz de salir del cine sin una sonrisa y en paz consigo mismo. El estilo de animación, jugando con la ilustración a mano como si fuera un stopmotion de los dibujos del protagonista, es una delicia.

10- LA CAZA (C. Zobel): Trump la criticó en un míting por ser “propaganda izquierdista” (cosa que podríamos discutir: aquí no se deja títere con cabeza, ni metáforica ni literalmente) y le dio la mejor publicidad posible a esta serie B totalmente desacomplejada y pasada de rosca, que sin embargo sabe muy bien lo que se hace: no en vano tiene a Damon Lindelof como guionista. Los primeros diez minutos  son para enmarcar, y la villana de Hilary Swank solo refuerza esa idea de que por mucha brocha gorda con la que se pinte, también se pueden hacer buenos cuadros.

*BONUS TRACK: MUERTE AL 2020: este especial televisivo no es un largometraje per se, así que lo dejamos fuera de la lista… Pero no podía dejar de hablar de este epílogo al año más raro de nuestras vidas creado por los responsables de Black Mirror. Humor negrísimo e inteligentísimo que debería ser de obligado visionado para todo el mundo.

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