30/12/2018
Menudo año de cine ha sido este 2018: han sido 49 películas de estreno las que he visto, y tengo la sensación de haberme dejado varias en el tintero. Sin ir más lejos todavía no he visto Roma, la película de Alfonso Cuarón que ahora mismo parece ser la comidilla de todos. Por contra, sí que he podido ver cómo dos leyendas de dos de mis autores favoritos que se han vuelto realidad tras décadas en el limbo (The other side of the wind, de Orson Welles, y El hombre que mató a Don Quijote de Terry Gilliam: Welles le gana la partida a Gilliam, pero en ambos casos son películas que quiero volver a ver por el sinfín de detalles que incluyen. ¡Ah! Y para los interesados: The other side of the wind tiene que verse junto con el documental Me amarán cuando esté muerto, sobre todo el proceso de la película y el via crucis de Welles, ambos en Netflix); películas que empiezan estupendamente y en su último tramo se vuelven decepcionantes (Malos tiempos en el Royale, de Drew Goddard, es el caso más exagerado: ¡qué gran priemr acto y qué horror de último!; Annihilation, de Alex Garland, no es tan flagrante pero el final también se me hizo indigesto); o cosas muy chulas pero que no sé si incluir en películas, en series o en ninguna de ambas (Black Mirror: Bandersnatch)… así que opto por eso último.
Pero vamos al lío: solo hay sitio para 10 en esta lista, y ya he hecho una semi-trampa empatando a dos al final porque me costaba decidirme. Este 2018 ha sido un gran año de cine (aunque también ha tenido sus decepciones, como veréis en el siguiente post con el Top5 de lo peor del año junto al Top5 de las mejores series de 2018), y estas son las 10 películas que se han ganado su sitio en mi lista… No necesariamente en el orden expuesto:
1- TRES ANUNCIOS EN LAS AFUERAS (M. McDonagh): Martin McDonagh es un director al que seguirle la pista desde su excelente opera prima In Bruges, y esperemos que tras el éxito de esta Tres anuncios en las afueras empiece a estar más en el radar del gran público: recordemos que sonaba como favorita para Mejor Película en los pasados Oscars… y acabó cayendo frente a La forma del agua (un Oscar que todavía no he entendido muy bien, pese a mi cariño por Guillermo del Toro… Aunque últimamente se está convirtiendo en costumbre que, cuando hay dos favoritas claras, acabe ganando la que yo no quiero que gane). Giros impredecibles y unos personajes (incluyendo secundarios y cameos) inolvidables la deberían convertir en un must para las clases de guion de las escuelas de cine.
2- YO, TONYA (C. Gillespie): ¿qué habría pasado si los Coen hubieran rodado un biopic? Pues posiblemente algo muy parecido a esta “Yo, Tonya”, una de las primeras películas estrenadas este 2018 que lo tiene prácticamente todo: humor, tensión y drama repartidos de forma magistral; unas actuaciones brutales (merecidísimo Oscar para Alison Janney) para unos personajes estupendamente dibujados; una banda sonora plagada de éxitos de los 80-90; una cuarta pared rota y unos “vídeos de archivo” muy bien jugados… y un tema universal que me encanta tratar en mis propios proyectos (la estupidez y la codicia humanas) y que la podrían hacer tranquilamente prima hermana de “Fargo”. Lástima que no tuviera más presencia en los Oscars: Imperdible.
3- LA BALADA DE BUSTER SCRUGGS (J.&E. Coen): los Coen vuelven por la puerta grande y nos regalan “seis westerns en uno”: tres de ellos (“La balada de Buster Scruggs”, “Meal Ticket” y “The Mortal Remains”) son sencillamente excelentes, y los otros tres, aunque estén ligeramente por debajo, siguen manteniendo el notable alto. Pese a los diferentes tonos de todos ellos, el estilo de los hermanos se palpa con creces en cada uno y el resultado es perfectamente unitario. Cuidado cortometrajistas y aspirantes a director de cine: produce una envidia frustrante para los que nos dedicamos a esto (con lo que me cuesta a mí levantar un corto que me deje satisfecho, y van estos y levantan SEIS de geniales de una tacada… O bueno, no de una tacada: al parecer todo eran guiones cortos que hacía hasta ¡veinte años! que tenían guardados en el cajón. Da igual, sigue siendo frustrante: ¿hasta dentro de 20 años no podré rodar mis guiones? Uuugh….).
4- HEREDITARY (A. Aster): Se nota la mano de los productores de La Bruja (y lo digo como un piropo) en esta obra que vendían como la mejor película de terror del año. ¡Qué mal cuerpo te deja durante todo el rato! Y, por una vez, qué bien jugaron la campaña de publicidad para que una de los mayores impactos de la película (seguramente la escena que más recordamos todos los que la vimos) tuviera mayor fuerza. Para mí el terror nunca ha constado de gritos, sangre y persecuciones: para mí el terror es un género de atmósfera… justo lo que es, y de qué manera, Hereditary.
5- VENGADORES: INFINITY WAR (A.&J. Russo): aquí me tenéis, un año más, diciendo que no soy especialmente fan de Marvel (lo cierto es que no he visto ni la mitad de las películas del estudio) pero con una de sus películas en mi Top10 del año. Tal vez tendré que dejar de afirmar eso… Porque la verdad es que “Infinity War” ha sido, de calle, el blockbuster de acción del año y una de las películas más grandilocuentes de la década. ¿Lo mejor? Que se puede seguir tranquilamente sin haber visto todas las anteriores… Cosa que no era fácil, teniendo como tiene a DECENAS de personajes protagonistas en su haber, todos ellos con backgrounds explorados en los filmes anteriores. Pero los Russo no consiguen solo eso, si no que cada uno de esos personajes está perfectamente dibujado y tiene su momento de lucimiento, y la película termina dejándote con ganas de más… de MUCHO más: en mi caso, no solo de la próxima Avengers: End Game, sino de lo que me había perdido previamente. Tras verla me lancé a ver la genial “Thor: Ragnarok” y la normalilla “Doctor Strange” en apenas una semana… y ahí lo dejé, pero prometo ponerme al día (vale, no con todas. Pero con algunos Iron-Mans o Capitanes América sí).
6- EL REVERENDO (P. Schrader): Me encantan las películas que, sin ser de terror, consiguen dejarte tan mal cuerpo desde su inicio. Atmósfera, mensaje y estilo visual, todo se da la mano en este thriller protagonizado por Ethan Hawke para darte un puñetazo en el estómago y recordar a ciertos energúmenos que el cambio climático ya es una realidad. Paul Schrader merecería que dejaran de referirse a él como “el guionista de Taxi Driver” y que empezaran a llamarle, como mínimo, “el director de El reverendo” (eso sí, se pueden apreciar ciertos paralelismos entre la película que nos ocupa y la famosa peli de Scorsese). Una pena que pasara tan desapercibida entre el gran público.
7- ASSASSINATION NATION (S. Levinson): elegí esta película para ver en el Festival de Sitges por su curiosa premisa: una revisión de la caza de brujas de Salem pero en la actualidad, con el feminismo y las redes sociales como tema de fondo, y un logline potente: un hacker de un pequeño pueblo empieza a filtrar fotos, vídeos y mensajes comprometedores de varias personas del pueblo, de modo que la sociedad falsamente puritana les empieza a juzgar por su “indecencia”. Reconozco que los primeros minutos lo pasé fatal, no por la peli en sí si no por haber traído a mis amigos (que habían confiado ciegamente en mí para elegir película) a una obra que se aventuraba excesiva por todos los lados. Sin embargo, luego me lo pasé genial y ellos salieron del cine diciendo que era la mejor película que habían visto este año (ffffiiiuuu….): ahí queda eso. Una dirección brutal (¡ese plano secuencia por fuera de la casa!), un humor gamberro finísimo, un mensaje social tan claro como necesario en los tiempos que vivimos y un conjunto aterrador porque ves que es una historia que podría pasar perfectamente en la vida real. ¿Qué más se puede pedir?
8- EL HILO INVISIBLE (P.T. Anderson): ¿Dónde c**o estaba la nominación al Oscar para Lesley Manville? A parte de eso, ver a Paul Thomas Anderson siempre es un placer y una clase magistral de cine, así que no podía faltar en esta lista… ¡solo por la escena de la tostada y por ese final ya debía incluirla!
9- ISLA DE PERROS (W. Anderson): tras toda una vida teniéndole cierta tirria a Wes Anderson, este ha sido el año de mi redención con él. Life Aquatic y Moonrise Kingdom se me habían hecho cuesta arriba en su día y no había vuelto a atreverme con él, pero Isle of dogs me llamó la atención desde su tráiler y como (mini-punto para mí) siempre me dejo llevar más por mi intuición que por mi afinidad por los trabajos pasados de un director, independientemente de si me gusta o no, la fui a ver durante la Fiesta del Cine… Y me encantó. De hecho, me gustó tanto que recientemente me animé a ver El gran hotel Budapest y también me encantó. ¿Será 2019 el año en que el odio se torne en amor de forma definitiva?
10- UN LUGAR TRANQUILO (J. Krasinski): La otra gran obra de terror de este año es de esas películas con una premisa tan sencilla pero tan atractiva para una película de género, que uno no entiende cómo no se le había ocurrido antes a alguien… Lo que no saca que su ejecución sea estupenda y sea otra de esas películas que te deja clavado en la butaca desde el minuto uno (¡ese prólogo!). John Krasinski para mí siempre será Jim Halpert en The office, pero ahora empezaré a mirarle con otros ojos.
Y ahora… ¡A por el Top5 Bodrios del 2018 y el Top 5 Mejores Series!